domingo, 24 de octubre de 2010

Películas: La fiel infantería (1959)


El batallón de Cazadores Barleta nº 4, recibe la orden de regresar a Atarbe. El capitán Félix Goñi debería haberse casado con Elisa, una muchacha de Atarbe pero la guerra aplazó sus planes. El descanso del batallón en Atarbe dará ocasión a celebrar la boda de Félix y Elisa, así como a las divertidas peripecias de los soldados del batallón. Una tarde cuando ya todos se han habituado a la paz, un bombardeo aereo les pone de nuevo en contacto con la realidad, y parten para el frente. Al batallón le ha sido encomendado el asegurar el dominio de Cerro Quemado, excelente observatorio y fuerte posición, sin cuya conquista es imposible el despliegue ofensivo de la División. La batalla se desencadena. Cuando el batallón Barleta llega a la cresta del cerro se habrán dejado en el camino, muertos o heridos, a la mayoría de sus hombres.

Director: Pedro LAZAGA


Guión: Rafael GARCÍA SERRANO, José Luis DIBILDOS

Intérpretes:

Analía GADÉ, Tony LEBLANC, Arturo FERNÁNDEZ, Laura VALENZUELA, Ismael MERLO, María MAHOR, Julio RISCAL, Mabel KARR, Jesús PUENTE, Enrique ÁVILA, Paloma VALDÉS, Juán Antonio RIQUELME, María Fernanda LADRÓN DE GUEVARA, Juán CALVO, Tomás BLANCO, Santiago RÍOS, Rogelio MADRID, Venancio MURO, Fernando SÁNCHEZ POLACK, 42 División de montaña y de la ciudad de Lérida.

lunes, 26 de julio de 2010

La Policía Aérea del Ejército del Aire

Si hay una unidad que merece un especial reconocimiento por su labor, ideal de servicio y profesionalidad, nos podemos referir a cualquier unidad de Policía Aérea de cualquier base, ala, acuartelamiento...del Ejército del Aire Español.

SU CREACIÓN E HISTORIA:

En 1951 y por orden del Ministro del Aire, Don Eduardo González Gallarza, se crean las Unidades de POLICÍA DE AVIACIÓN, formando parte del Arma de Aviación. Dicha orden dispone de un prologo y cinco artículos en los que se especifica el porque de su creación, quiénes compondrán dichas Unidades, así como sus misiones y competencias (Boletín Oficial del Ministerio del Aire nº 23 de 3 de marzo).

En 1952, en el Boletín Oficial del Ministerio del Aire nº 45 de fecha 17 de Abril, se aprueba el Reglamento provisional de los servicios de las Unidades de Policía de Aviación.

En el B.O. del Ministerio del Aire núm. 114 de fecha 16 de Octubre de 1951, se publican las primeras vacantes para estas Unidades, dando una idea aproximada de la configuración de las mismas. Se establecen unas Jefaturas en cada una de las cabeceras de Regiones o Zonas Aéreas existentes en esa época, con un Capitán al mando y dos Tenientes auxiliándole.

A su vez, dentro de cada Región ó Zona Aérea, se establecen en cada Base o Unidad, una Escuadrilla de Policía, cada una de ellas con uno ó dos Suboficiales al mando, dependientes de cada una de las Jefaturas de Policía existentes en cada Región o Zona Aérea.

Su distribución exacta queda como sigue:

Región Aérea Central con cabecera en Madrid, con Unidades en Madrid y las Bases Aéreas de Getafe, Alcalá de Henares, Cuatro Vientos, Matacán, Badajoz y Aeródromo de Torrejón de Ardoz.
Región Aérea del Estrecho con cabecera en Sevilla, con Unidades en Sevilla y las Bases Aéreas de Tablada, Granada, Málaga, Jerez de la Frontera, Morón de la Frontera y El Copero.

Región Aérea de Levante con cabecera en Valencia, con Unidades en Valencia, y las Bases Aéreas de Manises, San Javier, Los Llanos, La Rabasa, Alcantarilla y Los Alcázares.

Región Aérea Pirenaica con cabecera en Zaragoza, con Unidades en Zaragoza y Barcelona, y las Bases Aéreas de Valenzuela, Agoncillo y Reus.

Región Aérea Atlántica con cabecera en Valladolid, con Unidades en Valladolid, Burgos y Oviedo, y las Bases Aéreas de Villanubla y León.

Zona Aérea de Baleares con cabecera en Palma de Mallorca, con Unidades en las Base Aéreas de de Son San Juan y Pollensa.

Zona Aérea de Canarias y África Occidental con cabecera en Las Palmas de Gran Canaria, con otra Unidad en la Base Aérea de Gando.

Zona Aérea de Marruecos con cabecera en Tetuán, con Unidades en Melilla y la Base Aérea de Tahuima.

Por Orden del 26 de Julio de 1958 del Estado Mayor del Aire (Boletín Oficial del Ministerio del Aire nº 90), se declara reglamentario como armamento de tropa el Fusil de asalto CETME, calibre 7,62 en sustitución del mosquetón "Mausser" calibre 7,92.

Por Orden de 11 de Mayo de 1963 (BOMA nº 57), se declara como uniformidad reglamentaria para el Servicio de Policía, el uso de la "gorra de plato en lugar del gorro de paseo", así como el "correaje fusilero con pistolera".

Por Real Decreto 494/1984, de 22 de febrero. BOE de 12 de marzo de 1.984, se crean las primeras Reales Ordenanzas del Ejército del Aire, habiendo en las mismas once artículos, del 442 al 452, en los que se describe nuevamente quiénes compondrán las "Unidades de Policía Aérea", así como sus misiones y competencias.

En el año 1993, fue concedido por la Comisión de vestuario de la División de Logística (SEMIL), el uso de la "boina negra con el emblema del Ejército del Aire, como prenda de uniformidad reglamentaria", a las Unidades de Intervención Inmediata, con la orden de difusión entre las mismas para su solicitud previa, estando entre dichas Unidades, las de Policía Aérea, según Acta nº 5 de Julio de 1993, de la citada comisión

En verano de 2004, se forma una Agrupación integrada por elementos de las distintas Policías Aérea, para su participación en la Operación "Romeo-Mike" relativa a la vigilancia y custodia de puntos sensibles en actos y eventos relevantes.

Con motivo de la EXPO 2008 celebrada en la ciudad de Zaragoza, distintas Unidades de Policía Aérea participan en la Operación "Centinela Aragonés", junto a Unidades como el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo, etc.

En Junio de 2009, se realiza en Los Alcázares (Murcia) el primer ejercicio inter-policías (EXINTPOL-09), organizado por la DSPF. En el mismo participaron las Unidades de Policía Aérea de las Base Aérea de Zaragoza, Torrejón de Ardoz, San Javier, Morón de la Frontera, Albacete y la Escuadrilla de Honores del Grupo de Seguridad (GRUSEG).

FUENTE: www.ejercitodelaire.mde.es

domingo, 25 de abril de 2010

Cine Bélico: Doce del Patíbulo (1967)

The Dirty Dozen, traducido como Doce del Patíbulo (en Argentina y España) o Los Doce del Patíbulo (en otros países) es una película bélica de 1967, dirigida por Robert Aldrich, basada en la novela del escritor E. M. Nathanson.

La película ganó un Premio de la Academia a los mejores efectos de sonidos, obteniendo además otras tres nominaciones: al mejor actor de reparto (John Cassavetes), al mejor montaje y al mejor sonido.

El mayor Reisman (Lee Marvin), un militar experto en la guerra de guerrillas, y toda una eminencia en el sabotaje del enemigo, recibe la orden de realizar una misión suicida, y muy sucia, que se basa en convertir la escoria del ejército en la verdadera élite. La mision consiste en lanzar un grupo de paracaidistas cerca a una mansión en la que oficiales del ejército alemán tienen instalado un puesto de alto mando, centro vacacional y fuerte de defensa, tomarla por sorpresa, dinamitar el sotano a fin de causar la muerte de la mayor cantidad de oficiales alemanes para desmoralizar al ejercito alemán, y por último, huir si es posible. Una vez ha seleccionado sus hombres, el mayor los entrena con mano dura pero justa, con lo que se gana la confianza del grupo, afrontando incluso a oficiales de mayor rango, con tal de demostrar que los buenos soldados siempre lo siguen siendo a pesar de sus errores. Cuando llega el momento, todos están preparados para llevar a cabo la misión, pero poco a poco se daña el plan, y tienen que improvisar a fin de cumplir con la misión.

Curiosidades:
La historia está contada con toques de fino humor, y cuenta con unas actuaciones sobresalientes por parte de Telly Savalas, Charles Bronson, John Cassavetes y el gran Lee Marvin.

Varios miembros del reparto original prestaron su voz para la pelicula de Joe Dante Small Soldiers, en la que interpretaban a guerrilleros de juguete.

Grandes Militares de la Historia: El Gran Capitán

Militar español al servicio de los Reyes Católicos. Nació en Montilla (Córdoba) el 1 de septiembre de 1453. Miembro de la nobleza andaluza (perteneciente a la Casa de Aguilar), siendo niño fue incorporado al servicio del príncipe Alfonso como paje y, a la muerte de éste, pasó al séquito de la princesa Isabel.

Fiel a la causa isabelina, inició la carrera militar que le correspondía a un segundón de la nobleza en la Guerra Civil castellana y en la de Granada, donde sobresalió como soldado (sitio de Tájara y conquista de Illora), espía y negociador, se hizo cargo de las últimas negociaciones con el monarca nazarí Boabdil para la rendición de la ciudad. En recompensa por sus destacados servicios, recibió una encomienda de la Orden de Santiago, el señorío de Orjiva y determinadas rentas sobre la producción de seda granadina, lo cual contribuyó a engrandecer su fortuna.

En 1495 fue requerido para una nueva empresa militar de sus soberanos, la intervención en la península Italiana. Desembarcó en Calabria al mando de un reducido ejército para enfrentarse a las tropas francesas que habían ocupado el reino de Nápoles, sobre el que Fernando de Aragón tenía aspiraciones. Maniobrando con gran habilidad y tras varios éxitos entre los que se incluyen la larga marcha a Atella que le permitió llegar oportunamente a combatir y que culminaron con la derrota y expulsión de los franceses, regresó a España en 1498, donde sus triunfos le valieron el sobrenombre de Gran Capitán y el título de duque de Santángelo.

En 1500 fue enviado a Italia por segunda vez con el encargo de aplicar, por parte española, el Tratado de Chambord-Granada (1500) que implicaba el reparto del reino de Nápoles entre los Reyes Católicos y Luis XII de Francia. Desde el principio se produjeron roces entre españoles y franceses por el reparto de Nápoles, que desembocaron en la reapertura de las hostilidades. La superioridad numérica francesa obligó a Fernández de Córdoba a utilizar su genio como estratega, concentrándose en la defensa de plazas fuertes a la espera de refuerzos.

El Gran Capitán derrotó en Ceriñola al ejército mandado por el duque de Nemours, que murió en el combate (1503), y se apoderó de todo el reino. Mando Luis XII un nuevo ejército, que fue igualmente vencido a orillas del Garellano (1504), y los franceses hubieron de rendir a la plaza fuerte de Gaeta y dejar libre el campo a los españoles. Terminada la guerra, Fernández de Córdoba gobernó como virrey en Nápoles durante cuatro años, con toda la autoridad de un soberano; pero, muerta ya Isabel, se hizo el Rey eco de los envidiosos del general y, temeroso de que se hiciese independiente, le quitó el mando, aunque no está demostrado que le pidiese cuentas. Si es cierto, en cambio, que no cumplió a tan ilustre caudillo los ofrecimientos que le había hecho. Pese a sus deseos de volver a Italia, Gonzalo, entonces, se retiró a Loja, donde murió en 1515.

El Gran capitán fue un genio militar excepcionalmente dotado que por primera vez manejó combinadamente la Infantería, la Caballería y la Artillería. Supo mover hábilmente a sus tropas y llevar al enemigo al terreno que había elegido como más favorable. Revolucionó la técnica militar mediante la reorganización de la infantería en coronelías (embrión de los futuros tercios). Idolatrado por sus soldados y admirado por todos, tuvo en su popularidad su mayor enemigo.